Durante los últimos seis años, el gigante
farmacéutico Novartis ha llevado a India ante los tribunales en varias
ocasiones, poniendo en peligro el acceso a medicamentos vitales
asequibles para millones de personas en todo el mundo en desarrollo.
La compañía no ha dejado de atacar las leyes indias que permiten la
producción de medicamentos genéricos y el caso ya ha llegado al Tribunal
Supremo de India.
Estamos en la recta final. Únete a MSF y di a Novartis que las personas importan más que los beneficios.
Tras tres aplazamientos, la nueva fecha para la vista del juicio en el Tribunal Supremo de India es el 22 de agosto de 2012.
Firma la petición para parar a Novartis
Al firmar la petición, enviarás este mensaje en tu
nombre al presidente de Novartis en India, Sr. Shahani, y al director
internacional de Novartis, Sr. Jiménez:
Apelamos a ustedes para que Novartis retire la demanda interpuesta
ante el Tribunal Supremo de India contra el Gobierno de este país. Su
demanda amenaza el acceso a medicamentos genéricos por parte de millones
de personas en todo el mundo en desarrollo. El acceso a medicamentos
asequibles es un derecho humano fundamental: no carguen con la
responsabilidad de tener millones de vidas en sus manos. Demuestren que
ponen la salud de las personas por encima de los beneficios económicos,
retirando el caso ahora.
To Novartis India president Mr. Shahani and Novartis global CEO Mr. Jimenez:
We call on you to withdraw your company´s supreme court case against
the Indian government. Your legal case threatens access to life-saving
affordable medicines for millions of people across the developing world.
Access to affordable medicine is a fundamental human right -- do not
risk being held responsible for the lives of millions. Stand for healthy
people, not just healthy profits by dropping the court case now.
Para firmar la petición ingresa al siguiente Link:
Documento Informativo:
Fuente: Médicos Sin Fronteras
Lo que dice Novartis… y por qué no es cierto
ACTÚA: Ahora que el caso ha
llegado al Tribunal Supremo de India, MSF pide a Novartis que cese su
ataque a la farmacia del mundo en desarrollo. Únete a MSF y dile a Novartis que los pacientes son más importantes que los beneficios.
Lo que dice Novartis: “El precio no afecta al acceso a medicamentos”
En una declaración emitida en 2011, Novartis afirma que “reconocer
una innovación mediante la concesión de una patente no tiene nada que
ver con la cuestión del acceso a medicamentos. La mejorar del acceso a
medicamentos solo depende de la disponibilidad de los mismos”.
Esto no es totalmente cierto.
La experiencia de terreno de MSF en muchos países en desarrollo
demuestra que cuando se concede una patente, esto tiene un impacto
directo sobre el acceso a medicamentos a precios asequibles. Conceder
una patente para un medicamento ofrece al titular un monopolio sobre el
mismo, lo que a su vez permite que la compañía cobre un elevado precio
por él en ausencia de competencia genérica. De hecho, para mejorar el
acceso a medicamentos no basta con que el medicamento esté disponible
sino que también hay que hacerlo asequible para que los pacientes y los
gobiernos puedan comprarlo. Cuando apareció el tratamiento del VIH/sida a
finales de los noventa, el precio de los medicamentos patentados de
primera línea era, incluso después de aplicarle descuentos, de 10.439
dólares americanos por paciente al año. Millones de personas murieron en
lo países en desarrollo, particularmente en África, porque los precios
eran demasiado altos. La competencia en el mercado de medicamentos
genéricos hizo que los precios se redujesen, posibilitando el
tratamiento. Las patentes de medicamentos impiden claramente el acceso a
medicamentos asequibles por parte de aquellas personas que no se pueden
permitir los medicamentos de marca.
Lo que dice Novartis: “Esta causa no tendrá ningún impacto sobre el acceso a medicamentos para los países pobres”
Esto no es cierto.
Si Novartis consigue manipular la interpretación del Apartado 3(d) de
la Ley de Patentes india con el fin de obtener una patente para el
mesilato de imatinib (Glivec), la Oficina de Patentes india tendría que
aplicar los mismos estándares de protección de la propiedad intelectual
que países ricos como EEUU, concediendo muchas más patentes que las
requeridas por la normativa de comercio internacional o tal como prevén
los legisladores indios.
No se trata solamente de este medicamento específico (mesilato de
imatinib). La interpretación de la cláusula tiene un impacto directo
sobre el examen de las solicitudes de patentes que alegan formas
salinas, formulaciones pediátricas y otras formulaciones de los
medicamentos para tratar el sida, como las dosis fijas combinadas que
actualmente utiliza MSF en sus proyectos médicos. La interpretación del
Apartado 3(d) que defiende Novartis permitiría que estos medicamentos
sean patentados bajo la Ley de Patentes india, mientras que actualmente
las solicitudes de patente para varias de estas nuevas formas de
medicamentos existentes han conseguido ser rebatidas con éxito por
grupos relacionados con la salud en este país.
Pero no se trata solamente de India. Si se acaba con la competencia
de medicamentos genéricos, los precios de los medicamentos aumentarán,
tanto en India como en todo el mundo en desarrollo. Esto tendría un
impacto devastador no solo sobre los pacientes de MSF, sino también
sobre las personas de todo el mundo que dependen de medicamentos
asequibles fabricados en India. MSF compra un 80% de los medicamentos
antirretrovirales (ARV) que utiliza para tratar a 170.000 personas con
VIH/sida en todo el mundo en desarrollo a fabricantes de genéricos
indios, y otros médicos y donantes dependen de los productores indios en
la misma proporción. Asimismo, más de un 80% de todos los medicamentos
para tratar el VIH/sida comprados por financiadores provienen de India.
En el caso del tratamiento del sida pediátrico, los productores
genéricos indios suministran más del 90% de los medicamentos utilizados
en los países en desarrollo.
Es de vital importancia preservar las salvaguardas de Salud Pública
de la Ley de Patentes india, particularmente el Apartado 3(d). El futuro
de la producción de medicamentos genéricos depende en gran medida del
resultado del caso Novartis ante el Tribunal Supremo de India.
Novartis vende en India el mesilato de imatinib (Glivec) a 120.000
rupias (2.400 dólares americanos) por paciente al mes. Las compañías
genéricas venden versiones de este mismo anticancerígeno a 8.000-10.000
rupias (160-200 dólares) por paciente al mes.
Lo que dice Novartis: “Glivec ha sido patentado en casi 40 países e India también debería seguir el ejemplo”
Esto no es lo que dice la normativa comercial internacional.
Aunque el Acuerdo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre
los Aspectos de los Derechos de la Propiedad Intelectual relacionados
con el Comercio (Acuerdo ADPIC) obliga a todos los miembros de la OMC,
incluida India, a patentar los medicamentos, nada obliga a los países en
desarrollo a replicar los sistemas de patentes de los países ricos. Una
flexibilidad importante al respecto es el derecho de los estados
miembros de la OMC a definir lo que es objeto de patente y lo que no, de
acuerdo con sus prioridades nacionales. Esto es precisamente lo que
India hizo cuando enmendó su Ley de Patentes en 2005.
Al aplicar el Acuerdo ADPIC, India se benefició de la experiencia de
otros países en los que se había concedido un gran número de patentes
sobre nuevas formas de medicamentos conocidos, lo que estaba creando
importantes barreras en materia de tiempo y precios elevados en los
países en desarrollo. Así que, junto a la protección de las patentes
para nuevos e innovadores medicamentos, los legisladores indios
introdujeron una disposición específica, el Apartado 3(d), en la Ley de
Patentes que excluye la concesión para nuevos usos y nuevas formas de
medicamentos conocidos. El sistema de India no es perfecto, pero impide
que las compañías farmacéuticas consigan 20 años de monopolio
injustificado cada vez que presentan un nuevo uso o una nueva forma de
un medicamento conocido.
Lo que dice Novartis: “El Apartado 3(d) –referente a la perennidad– no es en absoluto aplicable a Glivec”
El Apartado 3(d) pretende asegurar que la innovación se recompense
con una patente únicamente cuando lo merece. Bajo esta disposición, no
pueden patentarse en India nuevas formas de medicamentos existentes, a
menos que el solicitante de la patente pueda demostrar un aumento
importante de la eficacia.
Novartis pretende conseguir una patente en India para la forma salina
(mesilato) de imatinib (nombre comercial Glivec). Solicitar patentes
sobre formas salinas de medicamentos existentes es una práctica
frecuente de las compañías farmacéuticas para ampliar la vida de sus
patentes, manteniendo el monopolio y los altos precios de los
medicamentos. Esto se conoce como perennidad y es práctica habitual por
parte de las compañías para impedir la competencia de genéricos.
Un ejemplo de esto es el abacavir, un medicamento para tratar el
sida. Aunque la molécula del abacavir fue descubierta por primera vez y
patentada en la década de los ochenta, la compañía farmacéutica
GlaxoSmithKlein (GSK) solicitó una patente en 1997 para el sulfato de
abacavir (forma salina) en los países en desarrollo, con la intención de
obtener una patente que le otorgaría un monopolio hasta el año 2017. En
los países en los que se concedió la patente, esto ha bloqueado el
acceso a formas genéricas asequibles del abacavir.
Al ser una nueva forma de un medicamento existente, el mesilato de
imatinib queda sujeto a lo dispuesto en el Apartado 3(d). Tras intentar
sin éxito invalidar este apartado en el Tribunal Supremo de Madrás en
1998, ahora Novartis está intentando cambiar su interpretación en el
Tribunal Supremos indio.
Lo que dice Novartis: “Los medicamentos se pueden conseguir
mediante las salvaguardas de acceso previstas en los acuerdos
internacionales y, en el caso de medicamentos vitales esenciales,
negociando precios especiales para los países en desarrollo”
Esto es una verdad a medias.
Conforme a la normativa de comercio internacional, los países tienen
el derecho de emitir licencias obligatorias por encima de las patentes
farmacéuticas, cuando estas obstaculicen el acceso a medicamentos
esenciales para la salud pública. A esto se refiere Novartis cuando
habla de las “salvaguardas de acceso”. Sin embargo, este no es el único
mecanismo que otorga la normativa de comercio internacional para
asegurar el acceso a medicamentos.
Novartis parece estar diciendo aquí que los países solo pueden actuar
una vez se han emitido patentes. Pero los países también pueden adoptar
medidas previas y asegurar que no se conceden patentes de forma
rutinaria ni por supuestas mejoras de medicamentos, salvaguardando así
el suministro de medicamentos genéricos asequibles. India decidió
adoptar esta medida con la introducción del Apartado 3(d) en su nueva
Ley de Patentes, que permitía la concesión de patentes de medicamentos
en el país desde 2005, en cumplimiento de la normativa de comercio
internacional.
En cuanto a “negociar precios especiales”, esto también se conoce
como precios escalonados, cuando las compañías cobran elevados precios
en países ricos, precios más bajos en países de rentas medias y precios
aún más reducidos en los países con menos recursos. Los precios
escalonados no han probado ser la forma más efectiva de hacer que los
medicamentos sean asequibles, y suelen estar sujetos a los intereses de
las compañías farmacéuticas. En realidad, los precios escalonados son
ante todo una estrategia de optimización de beneficios con la que las
compañías obtienen las mayores ganancias en países con ingresos
elevados, sin dejar de ganar dinero en países que no pueden pagar los
precios de los países ricos.
MSF realiza cada año un análisis de los precios de los medicamentos
para tratar el VIH y las políticas de precios escalonados que muestra
que los países de rentas medias cada vez se ven más excluidos de los
descuentos estandarizados que ofrecen las compañías farmacéuticas. Solo
permitiendo la competencia de genéricos, los precios de los medicamentos
pueden reducirse al máximo y de la forma más sostenible.
La molécula básica del imatinib fue patentada por primera vez en EEUU
(US 5521184) en 1993. India firmó el acuerdo ADPIC de la OMC en 1995 y
abrió la puerta a la presentación de solicitudes de patentes
farmacéuticas en India. En 1998, Novartis presentó una solicitud
1602/MAS/1998 de patente para la sal de mesilato de Imatinib. Este caso
se remonta a la solicitud de 1998.
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